Actualmente, el 70% de la superficie forestal del país está en manos privadas y tan sólo el 18% de la superficie forestal (pública más privada) cuenta en España con un plan de gestión o instrumento de ordenación forestal. Por esta razón, los propietarios forestales exigen al Gobierno de España tres actuaciones importantes para el sector forestal privado: una fiscalidad adaptada a la producción forestal que incentive la actividad en el monte, un reconocimiento del importante papel de los selvicultores en la provisión de servicios ecosistémicos y una potente campaña de comunicación que traslade a la sociedad la relevancia y el sentido de la gestión forestal sostenible, frene la pérdida de conocimiento y fomente la cultura forestal.

La Clausura del I Congreso Nacional de la Propiedad Forestal, el pasado miércoles 19 de octubre, tuvo un cierre muy relevante para el futuro del sector con la lectura de la CARTA DE VALLADOLID. La organización del evento redactó, con las aportaciones de los colaboradores y las conclusiones extraídas de los ponentes, una serie de peticiones que serán remitidas al Gobierno de la nación, así como a todos los actores que intervienen en el futuro de las masas forestales privadas, para que esas medidas puedan ponerse en marcha cuanto antes.  Se podría decir que la principal conclusión extraída es la necesidad urgente de gestión forestal sostenible y rentable como la mejor prevención y alternativa a los incendios forestales.

CONCLUSIONES

Conclusiones de la sesión 1

«Situación del gestor forestal ante el marco legal actual»

  1. La situación actual de los selvicultores respecto a su actividad forestal es de falta de comprensión social, administrativa y fiscal; sus productos tienen bajo valor económico y existe un grave problema de relevo generacional
  2. Nunca la selvicultura y los selvicultores han sido tan importantes en las políticas, así como relevantes para el futuro de la economía y el nuevo modelo social, pero para que se haga una realidad se deben cambiar fundamentalmente las condiciones de la PAC (o de los fondos a recibir), de la colaboración institucional, de la fiscalidad y de la seguridad jurídica.
  3. Es urgente tener un catastro revisable y actualizado de manera ágil y crear mecanismos de coordinación para que las administraciones involucradas en la gestión de las fincas rústicas puedan organizarse, así como implantarse espacios para la interlocución entre administraciones y propietarios forestales para conseguir desatascar la situación actual.
  4. Se deben hacer realidad los pagos por servicios ambientales, el fondo forestal, y los mecanismos ya reconocidos en la normativa como los contratos territoriales. Los tres pilares fundamentales de la Gestión Forestal Sostenible sólo se cumplirán si se pagan los servicios ambientales y las explotaciones forestales son económicamente sostenibles.

 

Conclusiones de la sesión 2

“La Política Agraria y la Arquitectura verde, oportunidades para la selvicultura». «El Plan Estratégico de la PAC 2023-2027 y nuestros montes»

  1. La PAC es la POLÍTICA AGRÍCOLA COMÚN y NO la FORESTAL y, en consecuencia, los aspectos forestales que se recogen en la PAC tienen un claro carácter accesorio y complementario, si queremos más fondos tenemos que pedir mayor proporción de ayudas en la parte de desarrollo territorial, aunque no se vislumbran grandes posibilidades en un contexto cada vez más restrictivo en cuanto a recursos, o bien una Política Común forestal expresa.
  2. En la nueva programación se debería aplicar la figura del contrato territorial, como plasmación de un “nuevo pacto social” entre la ciudad y el ámbito rural, que podría constituirse, además, como un instrumento eficaz para vehicular la puesta en marcha y desarrollo de las intervenciones forestales previstas en el Pilar II como elementos de condicionalidad reforzada.
  3. Las nuevas Directrices de la PAC, tras su adopción, pueden proporcionar cierta flexibilidad para compromisos específicos de gestión relacionados con la biodiversidad y el clima que van más allá del nivel de apoyo actual y pueden servir para poner en marcha los pagos por servicios ambientales.
  4. Las intervenciones horizontales, como la transferencia de conocimientos y la cooperación (incluida la EIP) van a ser importantes en la siguiente programación y representan la multifuncionalidad de los bosques y la selvicultura.

Conclusiones de la sesión 3

“Cómo comunicar a la sociedad la importancia del selvicultor y la gestión forestal sostenible»

  1. Presentar información del sector forestal en positivo, contando sus fortalezas y grandes beneficios para la sociedad y no solamente cuando hay graves incendios o problemas de despoblación y abandono.
  2. La información forestal debe ser transversal y estar presente en todas las secciones: economía, medio ambiente, empresas, turismo, política…etc.
  3. Hay que acercar el foco y transmitir la situación real del propietario forestal. COSE puede ser un canal de transmisión de datos e información a los profesionales de la comunicación, en aras de mejorar la calidad de la información.
  4. Ha mejorado la información forestal y el mensaje sobre la necesidad de una gestión forestal sostenible que ya es una idea troncal en los discursos informativos medioambientales.
  5. Es importante la formación forestal de los periodistas.

Conclusiones de la sesión 4

“Estructura de la Propiedad – Nuevas perspectivas para el avance en la gestión activa del territorio forestal”

  1. Las barreras para el avance de la gestión activa del territorio forestal son comunes en la mayoría de las regiones europeas. El minifundio es un pesado lastre que limita la dimensión de la mayor parte de las explotaciones, particularmente en el ámbito privado, y ello explica la escasa rentabilidad, la reducida profesionalización y la falta de movilización de recursos y de aprovechamiento del potencial del sector. El abandono derivado es lo que mejor explica el elevado riesgo de incendios forestales.
  2. Existe ya una dilatada experiencia en el desarrollo de iniciativas público-privadas para promover la gestión agrupada de terrenos forestales, que pasan por el apoyo a las asociaciones forestales, la concentración parcelaria, la integración de explotaciones y la gestión colectiva, el desarrollo de los servicios de extensión y asesoramiento forestal y el mantenimiento en el tiempo y la coordinación entre las diversas líneas de ayudas públicas. Una adecuada contabilidad, integrada con la tradicional, de los servicios ecosistémicos es imprescindible para desarrollar nuevas fórmulas de pagos por servicios ecosistémicos, con financiación tanto pública como privada, que permitan equilibrar las cuentas de las explotaciones.
  3. Es conveniente que administraciones públicas, asociaciones forestales y otros agentes del sector, como las entidades promotoras de la certificación forestal, trabajen conjuntamente para dinamizar la gestión de millones de hectáreas en nuestro país y en todo el sudoeste europeo, y promover un nuevo marco normativo, fiscal y financiero que acelere los cambios y permita superar el déficit de formalización de los derechos de propiedad.

Conclusiones de la sesión 5

«La fiscalidad como posible herramienta incentivadora de la gestión forestal»

  1. Para evitar el progresivo abandono de la superficie forestal, y la pérdida de valor ambiental, economía rural y población en esas áreas, es urgente y necesario buscar vías que reconozcan y compensen el valor de los bienes y servicios que ofrecen los bosques, como la adopción de mejoras del régimen fiscal para la actividad selvícola, teniendo en cuenta sus elevados ciclos productivos, el largo plazo de retorno de las inversiones y las externalidades positivas.
  2. Los objetivos principales de la reforma del marco fiscal para la mejora de la viabilidad económica de las explotaciones forestales son la eliminación de las distorsiones y perjuicios derivados de una normativa fiscal que no se adecúa a las características de la actividad silvícola, tratando de eliminar una carga fiscal que, en la actualidad, en muchas ocasiones resulta confiscatoria, siendo por lo tanto contraria a lo establecido en la Constitución Española, y la mejora de la rentabilidad de la actividad selvícola a través de dos vías: Mejora de la rentabilidad derivada de una reducción de gastos a consecuencia de una menor presión impositiva y Mejora de la rentabilidad derivada de la promoción de figuras de agrupación de propietarios forestales para el desarrollo de una gestión integrada del monte que permita la reducción de costes y la eficiencia de la gestión realizada.
  3. Todo lo expuesto está condicionada al manteniendo de criterios de sostenibilidad en la gestión, avalados por un instrumento de ordenación forestal aprobado por la administración forestal competente.

CARTA DE VALLADOLID

Reunidas las organizaciones representantes de los selvicultores de España y considerando:

  1. Que el 67% de la superficie forestal española es propiedad privada y que sus propietarios son responsables de gestionar más de 19 millones de hectáreas en nuestro país.
  2. Que la falta de rentabilidad afecta a muchas explotaciones forestales y consecuentemente pone en riesgo su pervivencia para el futuro.
  3. Que no existen incentivos y apoyos suficientes a la actividad forestal, ni tampoco una fiscalidad adecuada.
  4. Que los largos turnos de producción someten a las explotaciones a abundantes riesgos (catástrofes naturales, incendios, plagas)
  5. El bajo valor catastral y de mercado de las tierras rústicas y la situación de despoblación rural.
  6. La difícil aplicación de los reglamentos europeos a la diversidad forestal de nuestros territorios y a la compatibilización de usos.
  7. La falta de integración de las políticas agrícolas, ganaderas, forestales y las políticas territoriales y ambientales.
  8. La falta de un registro actualizado e integrado de todas las explotaciones agrarias con tierras agrícolas, ganaderas y forestales.
  9. La falta de un fomento adecuado para las agrupaciones forestales.
  10. La necesidad de reforzar el asociacionismo y el reconocimiento de los selvicultores y de sus organizaciones.
  11. La necesidad de comunicar a la sociedad y a las nuevas generaciones la cultura forestal.
  12. La necesidad de movilizar los recursos forestales e incrementar la actividad forestal para prevenir incendios e incrementar el papel de los espacios forestales en la lucha contra el cambio climático.
  13. El indiscutible papel de los terrenos forestales y de sus propietarios en asuntos de carácter estratégico a nivel europeo como el pacto verde, la transición a la bioeconomía, la economía circular, la conservación de la biodiversidad, la lucha contra los incendios forestales, la soberanía energética y su transición a fuentes renovables.

SOLICITAMOS al Gobierno de España

  1. Una fiscalidad adaptada a la producción forestal que incentive la gestión forestal y la profesionalización, acompañado de las siguientes medidas:
    1. Un marco de seguridad jurídico-económica.
    2. Una contabilidad específica y adaptada, que cuantifique la provisión de servicios ecosistémicos.
    3. Fomento del asociacionismo y fórmulas de agrupaciones con fiscalidad adecuada, que facilite la gestión y movilización de los recursos forestales.
    4. Registro de explotaciones forestales, que permita el acceso al Registro de la Propiedad y actualizar el Catastro en áreas forestales.
    5. Un nuevo marco de apoyos públicos al sector, que promueva el Contrato Territorial u otras figuras similares.
    6. El fomento de líneas de crédito y de seguro específicas y adaptadas a las peculiaridades de la inversión forestal (largo plazo, amplios periodos de carencia, multifuncionalidad y riesgo)
    7. Una simplificación y armonización de las normativas que afectan a la actividad forestal.

 

  1. El reconocimiento del importante papel de los selvicultores en la provisión de servicios ecosistémicos, y en particular en la conservación, mantenimiento y mejora de la biodiversidad y el patrimonio natural, la adaptación al cambio climático y su mitigación, así como la provisión de agua, la regulación del ciclo hidrológico y las inundaciones y el control de la erosión y la desertificación. Y, por tanto:
    1. Que la legislación básica forestal y de conservación de la naturaleza se simplifique e incentive la actividad selvícola en el manejo de los sistemas y ecosistemas forestales como herramienta imprescindible para la prevención de incendios y para la generalización de la gestión forestal sostenible.
    2. Que se ponga en marcha una financiación pública adecuada de la actividad forestal activando el Fondo Forestal Nacional y que se habiliten mecanismos para la materialización de los pagos por servicios ambientales.
    3. Que se ponga en marcha una comisión coparticipada entre las distintas Administraciones con competencias en el régimen de propiedad y los representantes de los propietarios forestales para esclarecer y depurar la titularidad de la propiedad forestal.
    4. Que se articule un pacto nacional por los bosques que supere la visión y actuación cortoplacista y la óptica urbano centrista y que asegure la supervivencia y viabilidad económica de los montes.
    5. Una campaña de comunicación relevante, de alcance nacional, que traslade a la sociedad la relevancia y el sentido de la gestión forestal sostenible, frene la pérdida de conocimiento y fomente la cultura forestal.