Objetivos marcados por COSE en su última Asamblea General para combatir el abandono forestal y generar riqueza
Una mejora en la fiscalidad forestal, agrupaciones forestales y mayor esfuerzo divulgativo serán las tres líneas de trabajo para los selvicultores en los próximos años
- Se propone un plan sectorial de contabilidad específico para la actividad selvícola, y deducciones en el IRPF e Impuesto de Sociedades para incentivar la conservación, el mantenimiento, la mejora, la protección y el acceso del monte
- Las agrupaciones forestales pretenden operar como una unidad forestal y hacer del monte un sector socioeconómico y ambientalmente sostenible
- Los beneficios son múltiples; producción sostenible, regeneración del monte, actuaciones sanitarias y de mejora que previenen incendios, y generación de bienes y servicios a toda la sociedad.
- La gestión forestal privada supone cerca de 20 millones de hectáreas, dos terceras partes de la superficie forestal total del país
- COSE reúne a todas las asociaciones forestales de España
Madrid, 6 de mayo de 2024. Sólo desde el conocimiento de la realidad que da la cercanía y contacto con la tierra y sus actores directos se puede acertar en el diseño de buenas políticas forestales. Esta ha sido una de las conclusiones destacadas en la última Asamblea Anual de COSE, la Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España, celebrada por los propietarios forestales la última semana de abril en Jérica, Castellón, bajo la tutela de ASILVAL, la Asociación de Silvicultores de Valencia y de su presidente, Adolfo Miravet, y con el inestimable apoyo de AMUFOR (Asociación de Municipios Forestales de la Comunitat Valenciana)Las medidas que presentaron en la reunión están encaminadas a dinamizar los montes y su actividad forestal, ya que -según explicaron- si no se genera economía local y el resultado final no es la creación de empleo verde, se está trabajando en vano. “Sólo una adecuada gestión forestal puede conservar los ecosistemas y mantener vivos los territorios, poniendo en valor los recursos naturales” afirmó su presidente Francisco Carreño, quien reiteró el firme compromiso de los selvicultores con el territorio forestal.
Las tres grandes líneas aprobadas por unanimidad para abordar los problemas estructurales son:
- Mejora de la fiscalidad aplicable a la actividad selvícola
Una propuesta para más de la tercera parte del territorio nacional ya que la gestión privada supone casi 20 millones de hectáreas, estimula la actividad en los montes y contribuye a una transición justa hacia una economía medioambiental contando con la gente del territorio.
Se propone un plan sectorial de contabilidad específico para la actividad selvícola y una serie de deducciones en el IRPF para incentivar la conservación, el mantenimiento, la mejora, la protección y el acceso del monte y en el IS para la gestión forestal sostenible mediante la agrupación de superficie, además de otras deducciones a los impuestos transferidos a las comunidades autónomas (ITP y AJD, Sucesiones y Donaciones) para así incentivar los mismos fines.
- Creación de Agrupaciones forestales
Los propietarios forestales es el colectivo adecuado para estructurar el territorio organizando a los productores a través de un plan conjunto. La gestión forestal conjunta comporta beneficios a los miembros del grupo y mejora la coherencia de las intervenciones forestales a escala de paisaje.
En un contexto de minifundio forestal (aquellas superficies forestales que por su reducida extensión no pueden ser objeto por sí mismas de una gestión sostenible), resulta difícil una adecuada planificación de las masas forestales y una eficaz estructuración del territorio.
Desde hace años, las organizaciones de selvicultores buscan figuras legales idóneas bajo las que agruparse para crear unidades de gestión estables y duraderas, que aseguren la supervivencia de esas explotaciones en el futuro.
Las agrupaciones forestales tienen como fin conseguir operar como una unidad forestal de tamaño adecuado y hacer del monte un sector socioeconómico y ambientalmente interesante. Las agrupaciones forestales ayudan a identificar y afrontar las necesidades comunes, a tener expectativa económica sobre la propiedad, y poder afrontar riesgos naturales que de forma individual sería inviable. Son también una nueva ventana de mercado al poder generar un suministro planificado a la industria.
Establecer agrupaciones de propietarios forestales que gestionen de forma conjunta supone, pues, una herramienta para la gestión efectiva del territorio. De esta manera conseguimos una producción sostenible, ayudamos a regenerar el monte con nuestras actuaciones sanitarias y de mejora, prevenimos incendios y seguiremos proveyendo de bienes y servicios a toda la sociedad.
- Comunicación para sensibilizar
Uno de los objetivos estratégicos de los selvicultores unidos bajo las siglas de COSE es trabajar para mejorar la cultura forestal de la sociedad, haciéndoles cómplices de sus objetivos, pues los beneficios que se derivan de estas actuaciones alcanzan a toda la sociedad. Tener el apoyo de los medios de comunicación, de las instituciones y del tejido empresarial es fundamental para que los mensajes lleguen de una manera nítida y transparente, alejando prejuicios y tópicos que no se corresponden con la realidad actual. Sin el apoyo social es imposible que logremos los avances que el territorio necesita para su conservación sostenible. Aprovechar el monte aplicando una gestión forestal sostenible significa dar un futuro a la España rural, generando empleo, fijando población, aumentando masas forestales que suponen un claro beneficio ambiental y cuidado de fauna y flora, cumpliendo así los objetivos para una bioeconomía circular.
Conclusiones:
El cumplimiento de los objetivos de la Política Forestal en España no puede llevarse a cabo sin la implicación de los propietarios privados de montes. Para ello reclamamos sus derechos como depositarios de bienes capaces de reportar beneficios ambientales, económicos y sociales. Sabemos que la mejor manera de proteger a un monte es usándolo en beneficio social, dándole una utilidad. La alternativa es el abandono y el riesgo de incendio forestal.