Más de la cuarta parte de la superficie dedicada a la populicultura (el cultivo de chopo) de Andalucía está agrupada en MARJAL. El 60% son pequeñas propiedades que tienen sus tierras en la Vega de Granada y el resto se reparte por el norte de la provincia o en otras comarcas y provincias andaluzas. Selvicultores que saben que el chopo es una especie consustancial a su territorio y conocen los enormes beneficios ecológicos que proporcionan sus choperas. Verdaderos héroes que aman lo que hacen y por eso defienden su patrimonio ante la presión de nuevas maneras de explotación del territorio como los parques fotovoltaicos, que degradan el paisaje, ajenos a la potencia de un recurso natural único como el chopo.